un poema de Luis Antonio de Villena
Mucho más triste que la muerte odiosa Amante de la Muerte, enamorado feliz del único reposo que habita en este mundo: ¡Sal, sal fuera, huye, escapa para siempre! ¿Cómo perseverar un año más? Es muy duro el camino, y no me gusta nada este universo. Porque amo, y la mano parpadea en el aire. Deseo, y el ansia no se transforma en cuerpos rubios. Y caen mis párpados, porque no soy feliz apenas nunca, y pesa extrañamente la melancolía. Yo huiría de aquí, no me veríais nunca, gritaría ¡fuego!, ¡fuego! Y cerrando el telón me pondría un vestido verde, como de escamas de otro mundo. Porque he querido ser un rey que cena antes de la guillotina; un frívolo galán bajo un baile de arañas, y un hermoso muchacho cuya vida es de amor y de lujo. Pero ninguno he sido. Es muy arduo vivir. Y ningún futuro (ninguno) es elegante o digno.