Un sueño 1

.¿Qué son los sueños? ¿acaso es cierto que al soñar se es uno con la materia? no lo sé. Pero me he despertado con el corazó a galope e inundados los ojos, una de las cosas misteriosas que tienen los sueños es que nunca sabes donde inician , o porqué de pronto apareces un lugar en el que nunca has estado o quizás no existe. Por un breve momento estuve feliz, me veía a mi misma, jóven ,lozana y de larga cabellera, a mi lado caminaban mis dos hijos , al niño lo veía como de entre 8 o nueve años y ella mas pequeña, como de cuatro , habíamos ido a pasear a una ciudad extraña de calles estrechas y empedradas con ladrillos o piedras de tonos entre rojizo y marrón, caminamos un rato por las calles y de pronto apareció un hombre que me prometió que me ayudaría a cuidarlos, yo en el sueño asumí que era mi expareja y el padre de ellos, la ciudad era bella llena de tiendas con flores y edificios viejos , de ventanales tipo gótico;continuamos caminando , mientras seguíamos al hombre que parecía mi expareja , llegamos a un parque de diversiones muy concurrido, el parque era lindo pero diferente, era como un gran balneario, con picinas grandes y pequeñas, donde los niños chapoteaban , de agua transparente, con peces pequeños y coloridos, las banquetas y andadores, estaban inundados de modo que el agua llegaba a los tobillos , pero a la gente no le importaba, caminaban descalzos o con zapatos. Todos parecían tener prisa, yo no entendía que idioma hablaban, asi que pregunté algo en español, inglés,alemán, turco, pero no funcionó, las personas a las que les hice una pregunta me miraban solamente, se apoderó de mí un poco la angustia , necesitaba saber dónde había un banco para poder hacer un retiro de dinero, mis hijos pronto pedirían algo de comer o tomar y yo no no llevaba efectivo, el hombre que nos acompañaba caminaba enfrente , muy rápido y cuando decía algo sólo se dirigía a mi hijo, la niña preguntó de pronto que que eran esas cosas en el agua y alguien contestó "son ratones" no, refuté, esos son peces, "que lindos ratones" dijo la niña, son peces, son peces,dije yo , pero mejor caminemos que ya nos han dejado atrás tu padre y tu hermano, mientras caminabamos teníamos que subir o bajar escaleras muy estrechas, intentando bajar una escalera de esas tuve un altercado con una mujer de huesos anchos que se había sentado a la mitad y no nos permitía pasar a mi niña y a mi, mi hijo comenzó a correr y de repente ya no podía verlo, le pedí a su papá que lo alcanzara, pero estaba ocupado respondiendo una llamada, después de diez minutos mas o menos terminó de llamar y me dijo muy seguro, tu hijo ya llegó al departamento, sentí alivio, aunque me preguntaba, cómo logró hacerlo, el hombre comenzó a caminar rápido, la niña quería seguir viendo los peces, yo la convencí de caminar prometiéndo comprarle un helado azul, que era uno de sus favoritos, intenté alcanzar al hombre, pero lo perdí entre la multitud, empecé a sentir mas angustia y a caminar más rápido, tomé a mi niña en brazos, caminé un largo pasillo con seis portales en los lados, todas las puertas eran idénticas, recorrí todo el pasillo, salí por cada puerta y observé que las casas, las cales, las ventanas, la glorieta próxima a la entrada ,todo era idéntico, cómo podría encontrar la puerta indicada, recordé además que no había memorizado la dirección, mi desesperación iba en aumento al ritmo de la caída de la noche, pronto las tiendas de flores comenzaron a recoger y cerrar, yo apretaba contra mi pecho a mi hija, que se habia quedado dormida en mis brazos, intenté todo para salir de ahí pero me encontré perdida en esa ciudad extraña, de idioma irreconocible...caminé tanto que no noté en que momento mi hija ya no era sino un ramo enorme de jacintos en mis brazos, lo miré y grité tanto, lloré tanto que cuando abrí los ojos entendí que la soledad tiene sabor a sal aquí o en cualquier universo.

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