
México, país de interminables exequias. ¿Existe en México, en el pueblo mexicano la capacidad del dolor y angustia?¿Quiénes la sienten? sólo los que han sido víctimas de un agravio o la violación a sus derechos fundamentales. ¿Qué es lo que nos ha hecho perder nuestra capacidad de indignación? Esto de ser víctimas, no es nada nuevo lo hemos padecido como pueblo desde tiempos ancestrales, pero el punto no es cuantas veces lo hemos visto, padecido y dejado pasar, sino el hecho de que nos hemos convertido una especie de pueblo domesticado, al que le han mutilado lentamente la memoria, al que le han sucedido cosas que deberían cimbrarlo. Dónde quedó nuestro dolor por Tlatelolco, Acteal, Atenco, Aguas Blancas, San Fernando, Allende Coahuila, los feminicidios en Júarez y Estado de México, Tlatlaya…. Sólo algunos se dan cuenta del terror en el que vivimos, otros, los más hábiles lo notan y lo analizan, pero y ¿los que actúan? Son contados, de los millones de mexicanos que hab...