EL
HOMBRE, SER HUMANO, PERSONA Y SU
RELACIÓN CON LA ESTRUCTURA SOCIAL Y
EDUCATIVA
Vivimos
dentro de una complejidad a la que llamamos sociedad. De la que somos
participes todos, sin embargo existen dentro de ese complejo una multiplicidad
de conceptos y problemas de los que desconocemos el origen. Después de un
tiempo solemos plantearnos una y mil preguntas para resolver ese nudo que
nosotros mismos hemos ido construyendo. La sociedad actual, presa de la
tecnología y los avances, ha olvidado aspectos que son relevantes, como conocer
el origen y trasfondo de los problemas actuales, problemas que como parte de
este complejo nos atañen.
Quiero
citar para iniciar al escritor T.H. Huxley, “ la base de la moralidad es…dejar
de simular que se cree aquello de lo que no hay pruebas y repetir propuestas
ininteligibles sobre cosas que superan las posibilidades del conocimiento”.
acuñamos dentro de nuestras concepciones: lo que es sociedad, ser humano, persona, educación,
escuela, escolaridad, cultura, pedagogía, instituciones, etc. Quizás algunos
podamos describir cada una de manera concreta o divagar sobre esos conceptos,
finalmente estamos en contacto con ellos a diario. Sin embargo detenerse a
meditar sobre la interrelación entre ellos
es otro asunto. Entra entonces en
juego lo que uno cree y lo cierto. Podemos decir que una sociedad es educada o
que no lo es, que somos seres humanos racionales o personas con educación,
entes sociales, maestros, sin embargo hasta que no tenemos certeza de ellos
podemos argüir que estamos el terreno que supera nuestras posibilidades de
conocimiento o de entendimiento.
Partamos
pues desde el concepto de sociedad, entendiendo esta como el complejo
estructural dentro del cual nos desenvolvemos todas las personas. Hugo Zemelman
nos introduce al conocimiento de la relación entre sujeto y realidad.
Invitándonos a concebir las ciencias sociales como aquellas que estudian y analizan el presente y el
pasado, partiendo del concepto de totalidad así como sus funciones
gnoseológicas. Otro autor, Kosik dice “
todo está en conexión con todo y el todo es más que las partes”. Por lo que
cabe entender que para analizar cualquier problema social o proceso social es
necesario tener presente que el estudio debe realizarse desde el punto vista de
la totalidad, por lo que puedo decir que la sociedad es el todo desde el que
partimos para tratar de entender la complejidad de su estructura.
Por
otro lado haciendo referencia al
dualismo cartesiano y la teoría de Kant deducimos que tanto la idea de persona
como la de educación son nociones fundamentalmente normativas, que nos permitirán
interpretar el concepto de persona como función de una iniciación de valores,
costumbres, prácticas, hábitos e instituciones que conforman la cultura, Carr
David (2005).
Cabe
aclarar que la idea general es creer que somos humanos, sin embargo hay que
hacer una distinción entre el concepto de ser humano y ser persona, entendiendo
a la segunda como el sujeto que ha sido objeto de la socialización y que la
cultura humana solo es alcanzada únicamente a través de la educación o por
otros medios de socialización y que la cultura humana es el resultado de
agentes racionales con capacidad de organización, en este caso los seres
humanos.
En
este caso cabe puntualizar que la
educación como parte de la socialización tiene por objetivos la adquisición de
ciertas formas de conocimiento además de la conformación de capacidades que son
valiosas para la formación de la
personalidad. Sin dejar de lado que estructura social dentro de
la cual está inmersa la estructura educativa, son “el resultado complejo,
cambiante, inestable y conflictivo del conjunto de relaciones sociales que
establecen los hombres” Dávila Aldas F. (1990) es decir que la estructura
educativa nace de lo social y está íntimamente ligada a ello, es decir que
existen por nosotros.
El
ser humano y la persona son dos conceptualizaciones distintas que nos permiten
diferenciarlas, en el sentido de que ser humano se refiere al hecho de haber
nacido en esa condición y la persona como aquella que ha sido parte de los
aprendizajes sociales que le han permitido modificar sus instintos para
transformarlos en valores. Dentro de este proceso podemos resaltar el papel que
juega la educación llámese ésta formal o informal. Aclaremos pues que en cuanto
a la idea que se tiene de lo que es la educación y la escolarización se
puede decir que la educación se puede
desarrollar en cualquier ámbito de la vida cotidiana y la segunda es una
institución social financiada con presupuesto público y que tiene como
obligación dotar a los estudiantes de capacidades relevantes para su desarrollo
personal, como una forma racional de adquisición del conocimiento.
No
olvidemos que la relación funcional de las personas y la educación sólo son
parte de esa estructura social, dentro de la cual está inmersa a su vez la
estructura educativa y que esta a su vez no tendría sentido de ser sin lo que
solemos llamar práctica educativa.
Por
otro lado, la estructura social dentro de la cual está inmersa la estructura
educativa, son “el resultado complejo, cambiante, inestable y conflictivo del
conjunto de relaciones sociales que establecen los hombres” Dávila Aldas F.
(1990) es decir que la estructura educativa nace de lo social y está
íntimamente ligada a ello, es decir que existen por nosotros.
Sin
embargo la estructura educativa nace de la necesidad de realizar una práctica
transformadora y modificadora de lo
social partir del conocimiento, por lo que señala Dávila, que la estructura
educativa está marcada por tres momentos, que son la externalización, la
internalización y la toma de conciencia. Que son la forma de delimitación de la
estructura educativa. Dentro de este complejo estructural se debe marcar la diferencia entre estructura cultural y
estructura educativa y la diferencia entre ellas estriba en que la primera atiende a las
necesidades internas de los individuos, dado que la cultura se transforma en el
“objeto privilegiado” de la acción específica de la estructura educativa. De
ello se entiende que la función educativa es la regulación de los productos del
hombre de manera institucionalizada, y esta función a la vez puede ser formal o
informal. El ordenamiento de lo social y de lo cultural se fija a partir de los
comportamientos habituales, de las pautas que luego se transforman en reglas
consuetudinarias, costumbres que determinan la estructura social.
Para
reafirmar lo anterior podemos referirnos al texto de Jean Itard, en el que
demuestra como resulta interesante el hecho de que el alejamiento del ser
humano de la sociedad contribuye a la perdida de la sensibilidad, y me refiero
en específico al caso del niño cimarrón, en el que el autor al analizar el
proceso de recuperación del sujeto, lleva a cabo diversas observaciones que lo
conducen a afirmar que: “ el hombre es inferior en el puro estado de
naturaleza” (Jean Itard, 1986) es decir que la conducta que conocemos como
humana no podría darse sin el contacto social, “ que la superioridad moral que
se pretende connatural no es sino resultado de la civilización” Itard (1986) vista esta superioridad moral
sólo como un impulso de supervivencia y adaptación a la sociedad, que la fuerza
de imitación innata de los seres humanos se va debilitando con el paso del
tiempo y que se dan a fuerza del instinto de satisfacción de necesidades
propias del ser humano, “ que tanto el más segregado de los salvajes como en el
ciudadano elevado al extremo de civilización existe una relación constante entre
ideas y necesidades” ( Itard, 1986) entendido esto como la capacidad del
hombre, sean cuales sean sus condiciones, de construir, hacer, aprender, a
partir de sus instintos básicos y sus necesidades. Y por último tomar esto como
un elemento para afirmar que la relación hombre y estructura social se
desarrolla dentro de una dialéctica ineludible.
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