Eco de las presentaciones de mi poemario Éxodo Hacia Ninguna Parte. Cafebreria Imperio. Tulancingo, Hidalgo.1 de agosto del 20014.
Comentario al poemario Éxodo hacia ninguna parte de Omar Roldán.

… "uno piensa, por razón de exterior silencio, que aquella múltiple vibración de certeza y de tinieblas unida en meditativo unísono", la llamamos misterio. De noche, cuando línea a línea se dibuja la línea dubitativa y pavesa, se busca incendiar praderas yermas con el viento, y el latido insuflado explora un ritmo inmerso… de pronto el faisán está en la trampa…la duda es entonces el amasijo de una noche antigua… y es porque, en la noche primitiva del alma, de raíz a copa, el poeta prepara la orquesta: suelta del ramaje un contingente de palabras hojas que murmuran promiscuos reverberos de saliva carne y polvo donde los recuerdos signados y entramados en la sangre son delirios del saber decir el ansia, del saberse pasmo ante el vendaval ineludible que calcina y serpentea la encina, que deja cenizas las vértebras para que el poeta mago revele los fantasmas encriptados o encripte los fantasmas a través dela palabra, imágenes que llegan sostenidas por (otredades, ancestros, divinidades, presencias amadas que nos habitan, sueñan e imaginan) espíritus que usurpan la piel y atraviesan el himen de la hoja mientras la luz fría de la luna en el estanque de sangre de Narcisodiseo riela…
… El canto del profesor Omar Roldán implora al cielo con fuerza telúrica y es por la pletórica sensibilidad del maestro que hoy su libro peregrina entre nosotros con delicadas hojas.
Esta bella oblación que comparte se divide en dos tiempos: la primera parte: Mi destino, poema extenso de treinta y tres poemas de verso libre donde leemos emocionados los " hálitos de frases entrecortadas" que posibilitaron la poesía de su Éxodo…

…el Dios colmado de misterio que habita al poeta es carne inasible que decreta a caminar sajado por el deseo (¿y qué humano no camina así?) a transitar por diversas eclosiones y condenas hasta saber que la única posibilidad de reconocerse en el entorno es a través de la revelación poética. "El desacierto, el rasgo natural es ser hombre, sólo tropo en el tiempo", sapiencia profunda que invita a sembrar en la "memoria de lo andado" la promesa de florecer nuevamente en los escarceos de luz bajo la sombra inquieta del otoño.
La segunda parte del poemario es Mi casa: oblongo poema de ciento cincuenta y dos versos segmentados por treinta y ocho cuartetos de versos de metro endecasílabo, en los cuales acudimos a tres estancias imaginadas y recreadas por el poeta: La primer casa: la infancia, la segunda, la casa del mundo fuera de la familia nuclear, y la última, la casa del retorno. La casa es símbolo de intimidad, recinto del goce o del sufrimiento de nuestra soledad, tiempo condensado en dimensiones delimitadas por espacios, remembranza, lontananza... Lugar donde parla uno con los objetos resignificándolos a diario, la casa es el símbolo que utiliza el poeta para adentrarnos en sus confidencias, auto confidencias, afinidades y contradicciones de la vida. La casa, emblema del resguardo, lugar donde comulga uno con su Dios y se enraíza con el mundo, en esos lugares donde se llora a solas…
La casa es el lugar donde el poeta Omar Roldán escribe: “no se escribe poesía, se escribe desde la poesía, el poeta transforma visiones vertidas de viento, del agua, del fuego y de la tierra: del paso del hombre de la nada a la nada, mirada budista donde la vacuidad es ese todo inefable que nos habita.”

Armando Muñoz Hernández
Tulancingo de Bravo Hidalgo, 1 Agosto del 2014.
Archivos de psicología, psicoanalisis y arte.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Un sueño 1